Cómo realizar pruebas A/B en tu sitio web para mejorar la conversión

Las pruebas A/B se han convertido en una herramienta clave para las empresas que buscan mejorar la conversión y optimizar la experiencia de usuario en sus sitios web. También conocidas como split testing, las pruebas A/B te permiten comparar dos versiones de una página web para determinar cuál genera mejores resultados.

¿Qué son las pruebas A/B?

Las pruebas A/B son un método de experimentación que te permite probar dos versiones diferentes de una página web o una aplicación (A y B) para determinar cuál funciona mejor en términos de conversión. A un grupo de usuarios se les muestra la versión original de la página (A), mientras que a otro grupo se les muestra una versión modificada (B). Posteriormente, se analiza el rendimiento de ambas versiones para ver cuál genera más conversiones, clics, o cualquier métrica clave que se esté midiendo.

Por ejemplo, podrías hacer una prueba A/B en una página de aterrizaje (landing page) cambiando el color del botón de «Llamada a la acción» (CTA) en una de las versiones. La idea es identificar pequeños cambios que tengan un impacto significativo en el comportamiento de los usuarios.

Beneficios de las pruebas A/B

  1. Mejora continua de la tasa de conversión (CRO):

Las pruebas A/B te permiten realizar cambios informados y basados en datos en lugar de hacer modificaciones basadas en suposiciones o intuiciones. Con el tiempo, esto puede aumentar significativamente la tasa de conversión.

  1. Reducción del riesgo:

Antes de implementar grandes cambios en el diseño o la funcionalidad de tu sitio web, las pruebas A/B te permiten probar modificaciones en un entorno controlado. Esto reduce el riesgo de que los cambios afecten negativamente la experiencia del usuario o las conversiones.

  1. Mejor experiencia de usuario:

Al identificar qué variaciones mejoran el comportamiento de los usuarios, puedes crear una experiencia más personalizada y atractiva que impulse la satisfacción y retención de los usuarios.

  1. Decisiones basadas en datos:

Las pruebas A/B eliminan las conjeturas del proceso de optimización, lo que te permite tomar decisiones respaldadas por datos sólidos sobre cómo mejorar tu sitio web o aplicación.

Pasos para realizar una prueba A/B efectiva

Realizar una prueba A/B no es complicado, pero debe seguirse un proceso estructurado para garantizar que los resultados sean precisos y valiosos. Aquí te mostramos los pasos clave para llevar a cabo una prueba A/B en tu sitio web:

1. Identifica el objetivo de la prueba

Antes de empezar, debes definir claramente lo que quieres lograr con la prueba. Esto se refiere a la métrica que estás buscando mejorar. Algunas métricas comunes incluyen:

  • Tasa de conversión (cuántos usuarios completan una acción deseada).
  • Tasa de clics en un botón o enlace.
  • Duración de la sesión en la página.
  • Número de suscripciones o registros.
  • Tasa de abandono en formularios.
  • Definir el objetivo te ayudará a diseñar el experimento de manera más enfocada y a medir el éxito del cambio propuesto.

2. Elige la variable que vas a probar

Una vez que has definido el objetivo, el siguiente paso es seleccionar una variable para probar. Una regla clave es cambiar solo una variable a la vez para que los resultados sean claros y atribuibles a ese cambio específico. Algunas variables que comúnmente se prueban en un sitio web son:

  • El texto del botón de llamada a la acción (CTA).
  • El color, tamaño o ubicación de un botón.
  • Encabezados o subtítulos.
  • Imágenes o videos de fondo.
  • Longitud del formulario o campos requeridos.
  • Disposición de los elementos en la página (layout).

3. Crea las dos versiones de la página (A y B)

La versión A es generalmente la original, mientras que la versión B incluye el cambio o la variante que estás probando. Asegúrate de que ambas versiones estén correctamente configuradas y funcionen sin problemas. Si estás probando un cambio de diseño, por ejemplo, podrías cambiar el color del botón «Comprar ahora» en la versión B y mantener todo lo demás igual.

Si estás utilizando herramientas de prueba A/B como Google Optimize, Optimizely o VWO, el proceso de creación de versiones y la división del tráfico entre A y B es más sencillo, ya que estas herramientas te permiten hacer cambios sin necesidad de tocar el código directamente.

4. Divide tu tráfico

Para garantizar que los resultados sean estadísticamente válidos, el tráfico del sitio web se debe dividir de manera equitativa entre las versiones A y B. Las herramientas de pruebas A/B automáticamente asignarán un porcentaje de visitantes a cada versión de la página.

Es importante asegurarte de que el tamaño de la muestra sea lo suficientemente grande para obtener resultados concluyentes. Si tu sitio web recibe poco tráfico, puede ser necesario extender la duración de la prueba para recolectar datos suficientes.

5. Recoge y analiza los datos

Una vez que la prueba esté en marcha, deja que se ejecute durante un período determinado (generalmente de 1 a 2 semanas o hasta alcanzar una muestra significativa). Las herramientas de pruebas A/B te proporcionarán datos en tiempo real sobre cómo está funcionando cada versión en relación con las métricas que has definido.

Analiza los resultados con base en tu objetivo inicial. ¿Qué versión tuvo una mejor tasa de conversión? ¿El cambio introducido en la versión B produjo una mejora significativa?

6. Implementa el ganador

Una vez que tengas suficiente información, puedes implementar la versión ganadora como la nueva página predeterminada en tu sitio web. Si la versión B mostró mejores resultados, es probable que quieras reemplazar la versión A con la versión mejorada.

7. Realiza nuevas pruebas

El proceso de optimización no termina con una prueba A/B. Las pruebas deben ser continuas, ya que siempre puedes mejorar diferentes elementos de tu sitio web para aumentar las conversiones. Incluso después de obtener una versión ganadora, puedes realizar nuevas pruebas para optimizar otros aspectos de tu sitio.

Mejores prácticas para las pruebas A/B

  1. Prueba solo una variable a la vez:

Si cambias demasiados elementos a la vez, será difícil identificar cuál de ellos influyó en los resultados. Cambia solo una cosa a la vez (por ejemplo, el color de un botón o el título de la página).

  1. Recoge una muestra suficiente:

Asegúrate de tener suficiente tráfico y tiempo de prueba para obtener datos precisos y concluyentes. Las pruebas demasiado cortas o con una muestra insuficiente pueden llevar a resultados engañosos.

  1. Mide las métricas correctas:

No te enfoques solo en la tasa de clics o impresiones. En lugar de eso, céntrate en métricas que realmente tengan un impacto en tus objetivos comerciales, como la tasa de conversión o el ingreso por usuario.

  1. Haz pruebas continuas:

La optimización no es un evento único. Siempre hay espacio para mejorar. Una vez que completes una prueba A/B, comienza otra para seguir afinando la experiencia del usuario.

  1. Asegúrate de que tus versiones estén bien configuradas:

No importa qué tan pequeña sea la modificación que estés probando, asegúrate de que ambas versiones de la página funcionen correctamente. Un error técnico en una de las versiones puede sesgar los resultados.

Herramientas populares para pruebas A/B

Si bien puedes realizar pruebas A/B manualmente, existen herramientas que te facilitan enormemente el proceso. Algunas de las plataformas más populares incluyen:

  • Google Optimize: Una herramienta gratuita que permite hacer pruebas A/B y personalización avanzada.
  • Optimizely: Una de las plataformas más populares para realizar pruebas A/B, con características avanzadas para personalización.
  • VWO (Visual Website Optimizer): Ofrece pruebas A/B, personalización y análisis para mejorar la conversión de tu sitio web.
  • Unbounce: Popular para crear y probar landing pages, especialmente útil para campañas de marketing digital.

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